martes, 1 de febrero de 2005

Pregúntale a la muerte

Con el permiso de sus corazones
es tiempo ya de comunicar en esta densa dimensión, pues solo aplicando a esta pesada materia puedo emitir estas ondas sonoras que como dialecto en común y familiar podrás comprender.

Me temen por ignorancia cuando parte de la naturaleza soy, pues sin mi no hay vida, soy evento cósmico que da pie a la fiesta universal de un nacimiento, de la nueva vida, de la nueva luz, soy solo transformación y liberación, he sido invocado encarnado en materia vieja que de materia no tiene nada si no de energía densa vibrante, vine a hacer saber lo ya sabido pero olvidado, perdido pero aun arraigado en lo mas profundo de tu ser, liberarte de aquella prisión que por generaciones te impiden aceptarme como parte del plasma vibracional que te rodea y te mueve desde tu propio centro, demostrarte que no tienes nada que temer, pues soy La Muerte.

Me han nombrado de muchas maneras, siempre como una enemiga cuando amiga de todos puedo ser, a diferencia de lo que muchos creen no soy constante tragedia ni causante de desgracias ni mucho menos decido la forma o el momento para arrebatarte la vida, por el contrario, soy luz, pertenezco al amor, alivio el dolor, puedo salvarte de la agonía, te invito a la vida, no hay nada que temer.
Pregúntale a la Muerte