Tal fue el gusto por esta obra que se me antojó extender el tema de forma más personal por tratarse de alguien a quien admiro mucho, el maestro Jesús.
Aquí María Magdalena nos va contando los encuentros que tuvo con Jesús, al principio como espectadora y después como seguidora discípula hasta -digamos- el "final" la noche del día final, esto después de haberle regalado uno de sus esclavos a Jesús y él haberle demostrado su libertad, lo que llama la atención de maria que decide conocerlo, y tal fue el impacto de la palabra de Jesús en el corazón de María que a pesar de todo decide -como ya mencione- seguirlo.
El peso de los relatos, la música que hay en ellos y el Amor que se siente son tales que olvidas que es la interpretación de María la que leemos, y de verdad sientes que es Jesús el que transmite pues el Meza se rifó en la poética de los discursos y sobre todo en la sencillez de las palabras y del mismo Jesús, más que nada por que no te toparas con filosofía compleja o conceptos surrealistas intentando explicar algo desconocido, el Meza de verdad sabe de lo que habla, me atrevo a decir que pareciera más haber sido un instrumento del mismo Amor para traer éste mensaje luminoso que una versión personal de una historia tan manoseada y manipulada.
"Cualquier poder, don, habilidad, o bendición, si no está al servicio del prójimo, se convierte en maldición, un don no es para vanagloria del que lo tiene si no para el bien común" de este modo interesantemente los así llamados "milagros" de Jesús quedan en segundo plano, pues aunque sean parte de las habilidades del Amor, precisamente es la palabra del Amor la importante, pues siendo el Amor el verdadero protagonista en esta obra, la invitación es que Jesús siendo un humano como cualquier otro, todas esas habilidades o como suelen llamarlos "milagros" pueden formar parte de la naturaleza de cualquiera si es que descubren al Amor como Dios, como una fuerza unificadora de luz y que se encuentra ya dentro de ti, y que, al descubrirla, su configuración es la de expandirse dando así su misma naturaleza de sanidad reflejada en todo aquéllo que se requiera, es decir, que también podrías sanar a tus compas carnal, de este modo el libro nos deja de tarea preguntarnos de que modo amamos, y si laboramos para un Dios, ¿para cual?
En lo personal no tuve problemas para abordar la temática del libro, quizás al ser yo anti partidista, anti religion, anti ideales, anti generos, un cabrón rebelde pues, no tuve choque de opiniones ni mucho menos me pareció ofensivo , de echo esto último ni me lo pregunté, más bien estuve abierto en ese sentido, disfrute mucho al leerlo y no miento al decir que hasta me hizo llorar, andaba de chillón en varias ocasiones, también me hizo reafirmar muchas cosas de mi carácter y mi forma de ser y de sentir sobre mi experiencia de vida, más sin embargo puede ser difícil aceptar ésta imagen de Jesús (la del libro) si perteneces a una religión o tienes ideales muy firmes sobre el tema, lo menciono por que al recomendarle el libro a una chica una vez y después de contarle de que se trata y que seguro le gustaría ella contestó "No creo, María era una prostituta, seguro son mentiras y no leo mentiras" así de ternurita pueden llegar a ser los ideales, pero si al contrario somos más abiertos y dejamos a un lado todo prejuicio, nos encontraremos con un cambio exquicito y un mensaje muy bello que debe ser compartido, a mi me ha llegado a través del mismo Meza quien me vendió su libro y está tratando de llegar a ti a través de mi, si eres de esos pocos que se atrevieron a posar sus bellos ojos en este texto (lo cual agradesco) es el Amor, un riachuelo que fluye camino al mar, pero que de haber obstáculos, ya sean presas o basura en el camino, se estanca, hay que quitarlos, que fluya.
-Richi
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