La mujer es bálsamo de roció, fuente y recipiente del amor, su sensibilidad es tal que aterra al hombre, son tan sensibles al amor que no les importa desgarrarse en el dolor cuando traen sus críos al mundo. Una hazaña de la naturaleza y ustedes las mujeres la realizan, y no solo esa sino muchas más. El hombre tiene una configuración diferente en su naturaleza, es el que proporciona, el que inyecta la semilla y la mujer es la que la recibe y distribuye, la que preserva y da forma a esa semilla, de ella depende que la criatura de paz, de amor, es ella la vasija que siempre debe permanecer pura para albergar la belleza de la nueva luz de la procreación. Germinar vida es de dioses y ustedes, hombres y mujeres se necesitan mutuamente y nadie debe ser más que el otro, ambos son los polos requeridos por la naturaleza para que la vida misma se sostenga.
OMETEOTL
-Richi
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