miércoles, 20 de marzo de 2019

Tierra de perros, Miseria al miserable y los espejos astillados


1
Tierra de Perros

Por mucho tiempo viví en un pueblito de descalzas gentes (pueblito porque a mi manera de ver todos son pueblos, diferentes unos de otros en estética económica quizás, vestimentas, dimensiones o número de habitantes, pero todos pueblos vecinos, en este caso descalzos porque era o es algo pobre económicamente, pues hay muchos tipos de pobreza, y gentes porque todos somos gente) donde abundaba perros callejeros, un tema bastante triste que quizás aborde algún día, ahora me centro en un evento que dio lugar en esta tierra de perros, a unas cuadras de mi hogar llegó a tomar refugio un ya anciano can, bastante agotado por el peso de la edad y cuyas características en su cuerpo de animal daban a entender que fue abandonado, claro que uno podía llegar a esa conclusión por ser un casi habito de las personas que viven en aquella tierra de perros, su cola y sus orejas habían sido mutiladas en algún tiempo con propósitos meramente estéticos, en algún momento un nefasto personaje me dijo que se le tenían que cortar porque cuando se pelean, aquellas extremidades figuran como elementos que pueden ponerlo en desventaja ante un ataque en una batalla, así que a este descendiente de lobos lo mutilaron en su juventud muy probablemente con intenciones de combatirlo o para protección, ambas intenciones de rancio origen, la primera es vergonzosa y sinceramente no hay palabras para definir tan estúpido pensamiento como el creer que hay “perros de pelea” y doy por aclarado que me importa una verga que exista una siniestra contradicción a esto, afirmo que no existen perros u otros animales de “PELEA” y por la segunda intención igual de triste, este familiar de los cánidos de raza popular pitbull que de haber servido para proteger un domicilio y como pago recibió el abandono, dejándolo a su suerte cuando pareciera no poder ya cumplir aquel trabajo, se encontraba resguardándose de los fríos vientos infectos de la contaminante actitud de sus mejores disque amigos los humanos, pasando sus días bajo el óxido de un camión que en la mayor parte del día se estaba estacionado siendo cargado de diferentes pedazos de metal de un negocio de fierro viejo mañanero de unos cuantos humildes caballeros que a pesar de la apariencia mugrosa y roída de sus ropajes que dejaba aquella jornada de desarme de electrónicos y muebles rescatando el preciado metal, dejaron que aquel pariente de coyote dormitara bajo la carrosa mientras esta era cargada, brindándole ocasionalmente agua y alimento a este bello animal, más pronto que tarde los vecinos que solo se unen y organizan para chingar a otros vecinos, unieron fuerza y algo de prejuicio para cerrar aquel negocio de ruidosa naturaleza y así poder escuchar en armonía sus chismosas charlas y chaqueteros pensamientos, para bien o para mal el negocio de fierro viejo cierra y ahora el can se encontraba al intemperie protegido solo por el muro de la vacía y abandonada morada donde se recargaba, en ese entonces le brindaba yo un poco de alimento y agua dentro de lo que cabía en mis posibilidades de estudiante, además el mismo pitbull me lo dificultaba aún más pues consecuencia del trato que llevó, me comenzaba a gruñir tantito rebasaba la línea imaginaria que delimitaba su zona de confianza que constaba de apenas dos paso y medio, mi preocupación se acrecentaba al percatarme que le aparecían diferentes heridas en su cuerpo, al principio la sospecha de que fueran ocasionadas por un grupo de estudiantes en la carrera de ser el primero en posarse en la esquina de la calle revestidos como chicanos e influenciados por una exagerada película Hollywoodense cuyo doblaje al español echó a perder misma, me llevó a pasar a horas de la noche por aquellas calles solo para evidenciar un amargo circo donde el abuso al desvalido era la función principal, el grupo de cholos parasitarios con sed de lujuria y depravación soltaban a un perro mucho más joven a atacar al viejo can que a duras penas podía levantarse a ir al baño, esto explicaba las diversas heridas en cuello y patas que había visto, lamentablemente mi llegada fue tardía pues entre gritos, risas y aullidos del grupo de pseudo humanos, el perro joven ya había desgarrado el cuello del viejo, difícilmente recuerdo la claridad del evento pues lleno de furia, desesperación, miedo y no sé qué más, corrí hacia ellos gritándoles que se lo quitaran, cosa que parecía eran incapaces, acto seguido en una quizás estúpida decisión donde desconozco el origen de los huevos necesarios que aparecieron para realizar tal hazaña, tomé al joven perro de las patas traseras para jalarlo y casualmente solo así soltó al viejo primo de zorro que yacía tumbado sin moverse, uno de los cholos aprovechose del momento para tomar y levantar del pellejo del lomo al joven can atacante, corriendo a guardarlo a su casa perdiéndose a lo lejos de la manzana en esa noche fría, arremetí en contra de los directores del evento a punta de gritos y amenazas valiéndome del coraje del momento y -seguramente- por tratarse de muchachos un poco más jóvenes y pequeños que yo, mi enojo y furia un tanto irracional provoco me desgarrara la garganta por las diversas palabras altisonantes dirigidas al grupo de cholitos y ocasionadas por la tristeza de ver el cuerpo muerto del viejo canino, esto ocasionó que las jefecitas de los nada valientes chicanitos salieran a defenderlos, junto a dos o tres de sus hermanos mayores que ellos y que yo, donde fui rebajado y culpado por no adoptar al viejo descendiente de lobo en vez de dejarlo en condición de callejero “¿Es tuyo? ¿Entonces que tanto desmadre haces? ¿Si tanto lo querías por que no te lo llevaste? ¿Por qué no lo rescataste?” -entre otras cosas.

La educación comienza en casa, rápido me di cuenta que de nada sirve discutir y menos en esa condición tan alterada, a nada se llega y no se puede cambiar así a la gente, tuve que salir de allí antes de que tuviera el mismo final que el viejo pitbull, aprovechando la presencia de otros vecinos que salieron para quejarse del mismo grupo de chicanitos que siempre hacen desorden en la calle, regrese a mi hogar con diversos dolores y pensares propios de un evento seguramente destinado a mi caminar que con calma y serenidad había que analizar y comprender.

Nada es por casualidad, pasaron días para que el cuerpo en descomposición del viejo mejor amigo del hombre fuera recogido por el servicio de recolecta de basura, yo tenía que pasar con cautela por aquellas calles pues me había ganado un rencor de las aquellas personas ofendidas por mi comportamiento, tiempo duré con el dolor e impotencia que adopté creyendo culpable a toda esa bola de gente indiferente, así mismo, la imagen del cadáver del viejo can que aparecía cada vez que por mi paso había un perro en la mima condición de abandono, un recuerdo al que estuve tan aferrado por tanto tiempo.


2
Miseria al miserable

La historia antes contada sucedió en los mexicos y por más señas en Nezahualcóyotl, ciudad del coyote que ayuna pero que sus habitantes nada que ayunan sino que a pesar de la pobreza mucho que se atascan.

No se crean, aquí el ejemplo de que las fronteras son solo mentales, en todo el país y en cada uno de sus pueblos hay gente tan diversa, de todo tipo, ninguno mejor que otro o inferior, todos con las mismas capacidades, aunque sí diversa forma de pensar, de sentir, de accionar pero todos provenientes de la misma fuente, y en ese pueblo: Nezahualcóyotl, conocí a personas tan bellas y humildes, inteligentes, gentiles y muy amorosas, también a muchos más que apenas estaban aprendiendo a ser como lo antes mencionado.

Ciertamente no creo en el patriotismo, me parece que es una maldición el amor a la patria o la bandera, y aquí el primer punto que quería poner en evidencia, es muy triste que aquellos que ostentan honra a su patria o municipio o delegación o colonia o calle que en este caso Nezahualcóyotl (Coyote que ayuna) traten tan mal a su primo el perro, coyotes y perros, perros y coyotes, dejando en evidencia que, todo aquello que figura como una personalidad, una identidad, una etiqueta o un género, es mero ilusorio, no existe ( y aquí quiero hacer un paréntesis sobre la prosperidad pues muchos tienen la idea de que el presidente en turno es el mejor que nos ha tocado y demás y estúpidamente creen que es quien debería arreglar al país cuando es propio del pueblo entero abordar esa actitud y dar todo de sí, y en lo personal estos temas de falta de compasión me parecen aún más importantes cuando la solución a una vida miserable la tiene uno mismo)

Para nada arremeto con aquella ciudad, como ya bien dije nada tiene que ver el nombre del municipio, son las personas las que hacen grande a su pueblo y no el nombre, pues la compasión, la bondad, la honestidad, la inteligencia, el ingenio, el cariño y el amor no se encuentran en una porción de tierra y mucho menos en el nombre de esta, en realidad se encuentra en todos lados, y de estar en todos lados ¿Por qué no tomarlos? Es decir, ¿Por qué no tomar aquellos principios y aplicarlos? ¿Que nos detiene?

Bien se ha dicho que como personas damos lo que tenemos, pero cuando muestras indiferencia del tipo que esta tirado a un lado de tu coche justo por donde se va a subir tu mujer, el tipo todo vomitado, muriéndose de una cruda todo teporocho, ¿Porque no dar la mano? no quiero decir que le soluciones la vida como piensan algunos, porque hay que saber que también es de sabios respetar las elecciones de los semejantes ¿Pero cuando piden una mano? Y ya ni hablar de los otros hermanitos descendientes de lobos que también abundan en las calles y que en mi opinión es consecuencia de esa misma educación, gobierno, religión y demás cosas que defienden cuando predican orgullo de su patria.

Ni orgullo ni desprecio, solo labor, trabajo por lo que me toca, lo que me toca limpiar.

Me parece que al ver al desvalido deja al descubierto la imagen de nuestro propio reflejo, lo mismo pasa con el pobre o el criminal o el violento o el agresor o el violador o el asesino, nos muestra lo mucho que aún queda por trabajar en nuestra “limpia espiritual” y al mostrarnos la miseria que aún tenemos en nosotros nos da por odiarlos, censurarlos, y quien dice que ¿No es ese su trabajo? Evidenciar la mierda que hay en el pueblo, en vez de eso seguimos pidiendo castigo, venganza, miseria, más miseria, miseria para el miserable, cuando se ha puesto a prueba la voluntad del corazón, pero pareciera que ya nadie se refleja en aquellos espejos, se han astillado.

3
Espejos Astillados

Ya no hay reflejos, los espejos se han astillado, ahora pareciera que es más difícil ver nuestro reflejo en el semejante, aunque ahí se encuentre.

¿Quién no escucho la frase “No le hagas caso, se está espejeando”? y puede ser muy valiosa en algún momento pero también se puede convertir en una evasiva para no escuchar el llamado de un hermano, pues si nadie nos señala en algún momento nuestros desaciertos ¿Cómo los descubrimos? Si realmente esos vicios dañinos que muchas veces cargamos son prácticamente invisibles para nosotros, y que mejor que nuestros semejantes para decirnos a donde echar una miradita, tampoco es para culparse y tomárselo personal, pues hasta una crítica en forma de caricia nos puede servir mucho, claro que esto si bien nos va porque normalmente tendemos a prestar atención solo cuando el dolor está de por medio.

Me parece muy importante que nos observemos a nosotros mismos pero también observar a los demás y ser observados, no para imponer solución sino para opinar, muchas veces es el método el que nos falta pulir pero eventualmente como toda labor en la que nos disciplinamos nos haremos diestros en el arte de hablar y callar.

Comprendo que muchas veces todas esas experiencias que nos suceden y nos sacuden tan gacho, son un encuentro con nuestro estado interior, fungiendo como necesarias para nuestro crecimiento, en la historia primera por supuesto que el perro que atacó al viejo pitbull no tiene la culpa del trato previo al que ha sido sometido y así su actitud agresiva, así como el grupo de cholillos quienes también son víctimas de la educación de sus lastimados padres que así mismo victimas de sus padres y la cadena de victimas de víctimas no termina, y nuestra labor esta en decidir poner un alto al daño, a la violencia, al maltrato, a la mentira, al dolor, al sufrimiento, al engaño, a la traición, a la corrupción pero en nosotros mismos, en nuestras acciones, porque pretender detenerlo en los demás es imponer nuestra voluntad y atentar contra la libertad del semejante, atentar contra su derecho a decidir, bello derecho, derecho que todos tenemos y si al amor decidimos dedicarnos, lo respetaremos.

Se trata de ser el ejemplo, pero no para cambiar a los demás, eso es hipocresía, sino para evidenciar que se vive más feliz así, evidenciar de que con un poco de voluntad es posible, pues, cuando se aborda la verdad, la mentira queda al descubierto y se cae por su propio peso, y lo mismo pasa con el odio, la violencia, la corrupción y todo lo demás, comente por ahí, hacer la luz en las tinieblas es el trabajo más dignos, armemos los espejos de nuevo, limpiemos el fino cristal que nos hace mirar nuestra eternidad, uno para todos y todos para uno.

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