PRIMERA PARTE: La filosofía de Adolfo Hitler
Hitler decía que con el tiempo una mentira se convertirá en verdad, su jefe de campaña al inicio de cada discurso repetía, “Una mentira repetida mil veces se volverá una verdad”
Si algo he aprendido en este caminar es que el conocimiento puede ser un riesgo, pues recibimos información de cualquier lado y poco reparamos en descubrir la fuente, si es verídico y ya ni se diga el origen, pareciera que nos basta con que “parezca” verosímil para adoptar dicha información y –si es el caso- repetirla como un borreguito balando al sonido de otro borreguito que se le ocurrió balar un momento antes.
Pero ¿Qué pasaría si el chingado borrego decidiera cerrar el hocico?
Por supuesto que el animalito no puede detenerse a pensar si lo que dijo su hermano borrego es una verdad, o lastima a otro borrego o si su espontaneo balido tiene fundamentos para ser digno de replicar o compartir, ¿Qué tal que el primer borreguito soltó un balido que significa “soy puto”?
Claro que el borreguito no lo hace, pues en su condición animal su comportamiento se basa en el instinto, y reitero el instinto como condición animal, no humana.
¿Qué pasa cuando un humano replica estos comportamientos instintivos? Pues en mi opinión, reafirma la idea de la evolución, que no es la primera vez que pisamos esta tierra y que muy probablemente en esas anteriores oportunidades, no siempre fuimos humanos y lo más importante, que dicha evolución no sucede en la materia o en lo terrenal, sino en el espíritu de quien la sucede, eso explicaría muchas cosas, de lo contrario y opuesto al sentido de la “Evolución” seria que “El Instinto” – muy a pesar de que se presente más como un padecimiento que como una virtud- es normal en el humano, pero quizás me he salido de contexto.
La conciencia humana.
Para una conciencia de tal evolución se requiere un cuerpo digno de transportarla, y la maravillosa ingeniería que presenta el cuerpo humano, con todos esos sentidos para percibir las más sutiles vibraciones de su entorno y del universo, aparte de no haber mejor vehículo para transportar dicha inteligencia, corresponde a la experiencia máxima de esta vida, la libertad.
La libertad es un mágico y muy alto dote propio de la más alta divinidad, pues desde ella se posee la capacidad única entre las especies “Decidir” pues su base ya no es el instinto sino la voluntad, así pues, tenemos la capacidad de escribir nuestro camino, de ir construyendo nuestro mundo perfecto, nuestro hogar anhelado, nuestra verdad, nuestra realidad, y he aquí la presencia del gran misterio, pues ¿Qué me anima –por ejemplo- a tomar un camino o una posibilidad entre millones de caminos y posibilidades que hay?
La respuesta es “Todos los demás”, y eh aquí la belleza de la existencia, pues cada uno de los seres que te rodea funge como ejemplo, es en el semejante donde puedes ayudarte a vislumbrar las consecuencias inmediatas ante ciertas decisiones, las miles y millones de perspectivas diferentes y únicas de ver la misma vida, desde el pequeño animalito callejero que te mira pasar en la calle, pasando por los bellos niños juguetones que te golpearon con su pelota, tu estúpido patrón que te grita y menosprecia hasta el tipo del transporte público que se subió con arma en mano a despojarte de tus baratijas. ¿Puedes ver lo valioso de la vida a tu alrededor? ¿La importancia de todos aquellos que te rodean?
Todos y cada uno de los habitantes de este hermoso planeta posee las mismas cualidades que tú, todos con la mágica voluntad dicha ya, poder decidir, y vaya que se menosprecia el valor de este poder, es más, se desconoce el gran poder que tiene, un poder que –reitero- posee cada ser humano y que –como van las cosas- parece que nadie quiere accionar.
Se puede decidir amar u odiar, estar triste o feliz, enojado o alegre, decir la verdad o mentir, claro que hay mil circunstancias que afectan estas decisiones, pero son decisiones al fin.
Amado Nervo decía “Eres el arquitecto de tu propio destino”
EL COVID19 Y LA NUEVA NORMALIDAD
¿Soy el único al que la frase “Nueva Normalidad” le suena a “Nuevo Orden”?
Hay mil y un cosas que he querido decir de esta farsa (si, es una farsa, pero no te vayas, cree en lo que quieras, al menos lee el texto completo) pero cada vez que estoy a punto de publicar este escrito, algo sale al paso, así que será fragmentado y escribiré sobre esto hasta que le demos la espalda y nos liberemos juntos de esta mentira o nos cargue la chingada, que aun así seguiré sin creer en esta absurda, estúpida y vulgar farsa.
Antes que nada, como ya dije, querido lector, es usted libre de pensar y creer en la verdad, historia o realidad que quiera, esta que expongo a continuación es mi experiencia, es mi verdad y le pido de corazón que no haga caso de ella, dude de ella, y salga a buscar su propia verdad, no la de otro, la suya.
Este tema se ha vuelto un tabú pues, tengo familiares, amigos y conocidos muy cercanos, muy amados que han sido convencidos por esta mentira, ya sea por la cantidad de basura que ve y escucha en los miedos…digo los medios, o porque a alguien cercano le dijeron que lo tenía o directamente a un familiar le dijeron que lo tenía y lo creyeron, claro que no solo eso, algunos de dichos amados inclusive han visto a sus amigos y familia trascender en aquel evento tan normal, inevitable y ferozmente temido llamado muerte, y a riesgo de la incomodidad que puedan sentir al leer esto o escucharlo, no es mi intención ofender a nadie, sino todo lo contrario, invitarlos a una posibilidad de buena salud.
A mi parecer y como ya mencioné, esta farsa pone en evidencia el gran miedo a la muerte que tiene la gente, y es una gran tristeza que este canto se esté volviendo uno solo, es decir, que esta farsa está formando una idea colectiva a nivel mundial, un pensamiento unificado de gran poder, repito, lamentablemente es el miedo a la muerte, pero he aquí el rayo de luz, lo bueno de esto, la esperanza, que si bien es posible unificar la mente en un solo pensamiento, este puede ser cual sea, la propuesta es el Amor, pues si el miedo puede crear ruina como lo ha venido haciendo, imagínese querido lector invirtiendo la polaridad de este pensamiento, es decir, que en vez de tener miedo a todo, Amar a todo.
¿Dónde tiene la cabeza? Querido lector.
Una cosa es que te digan que tienes un virus y tú lo creas, y otra muy diferente que realmente tengas algo, y esto es lo más difícil de asimilar, pues esas maliciosas intenciones, esas siniestras palabras con las que inicie este escrito venidas del famoso Adolfo Hitler, se siguen manifestando hoy por hoy, y el método de repetir una y otra vez una mentira hasta que el pueblo se acostumbre a ella y la tome como su verdad está funcionando nuevamente, les funciono en el pasado, no es más que un sistema de ingeniería social de sometimiento a base de enfermedad y conflicto que distrae tu atención y la de la humanidad de su objetivo verdadero y trascendental, objetivo que dará fin a toda esa estirpe, a ese vergonzoso grupo que se encuentra en el falso poder, que como repito, inventando una falsa pandemia que no llega ni a epidemia se valen de cifras inventadas, alarmas falsas, spots y noticias amarillistas y manipuladas y de una feroz y gigante campaña de publicidad que ya quisiera cualquier personaje del mundo de la farándula, pero nunca una mentira será una verdad, sin importar las dimensiones, no me cansare de decirlo, una mentira pequeña, una mentira piadosa, nunca será verdad, la mentira siempre será mentira, la disfracen de mil maneras nunca lo será, y tarde o temprano caerán por su propio peso, toda mentira una por una, gota a gota.
Ahí está querido lector, la evidencia pura, sin buscar tanto, sin rascarle al asunto, ¿puede ver la verdad luminosa detrás de estas densas tinieblas? ¿la luz atravesando por las grietas de dicha negrura?
La mentira requiere de todo ello para prevalecer, requiere de cifras, requiere de publicidades falsas, de argumentos fatuos, de cómplices mediocres, de campañas, de poder falso y por supuesto, de mentes débiles para poder subsistir, para poder mantenerse de pie.
La verdad no, la verdad solo está ahí, manifestándose, no requiere de conceptos ni argumentos para iluminar al que se atreve a experimentarla, solo es.
Para el que quiera verla.
SEGUNDA PARTE: De médicos, chamanes y responsabilidades.
El pueblo se ha olvidado que el sistema de salud en el país, (dígase seguro popular, dígase IMSS, ISSTE) pecan de ineficiencia, pecan de incapacidad, pecan de indiferencia, pecan de irrespetuosidad, pecan de inhumanidad, pecan de estupidez, yo mismo fui testigo de la muerte de la abuela de un amigo a causa de la indiferencia de los que ahí laboran, ahí murió en su silla de ruedas al ser rechazada por no llevar un puto papel, y aquellos que han visitado estos edificios de la muerte sabrán de que hablo, en estos recintos lo que menos les interesa es la salud de su pueblo, la salud de su gente, aunque lo prediquen, aunque los pongan como los héroes, los sacrificados etc… Ah pero todas son lecciones, y esta fue reveladora y es que le confiamos nuestra salud a un desconocido, y nunca tomamos responsabilidad de nuestro cuerpo, creen en la mentira de que al caer enfermos solo un doctor puede curarlos, o que tomando pastillas y drogas del negocio farmacéutico y si me permiten decirlo “Enfermador” sanaran sus cuerpos, y ahí están, haciendo filas enormes en las farmacias y haciendo marchas exigiendo medicamentos, ah porque la filosofía Adolfo Hitler en algún momento te acostumbró a la idea de que el nombre “Doctor” se le aplica a una persona altamente preparada en su labor quien ejerce sus conocimientos con impecable clarividencia, viste una elegante bata blanca y por ningún motivo debes hacer caso omiso de sus indicaciones, al contrario, cree ciegamente en él”.
Hoy por hoy se ha simplificado, si tiene bata blanca es doctor, hazle caso, ahí tienes al imbécil Horacio Villalobos balando como cabra vieja “Háganles caso, ellos son los que saben, obedézcanlos”
Claro que no se puede generalizar, si hace falta dejarlo en claro vamos pues...
Por supuesto que hay humildes en la labor que conocen el fraude farmacéutico y dan recomendaciones en pro de su bienestar querido lector, los médicos del cielo vaya, porque en efecto, así como todo, hay médicos del cielo y médicos del infierno, los cuales con pruebas, tests, ensayos, diagnósticos y manuales hechos a base de mentiras, te convencen que tienes un virus mortal que te mandara directo a la tumba de no seguir las indicaciones que este experto en servilismo te imponga.
Aquí me gustaría hacer un paréntesis para complementar lo antes escrito, pues si bien esta idea de los doctores por muy práctica que suene, solo genera pereza, victimización, irresponsabilidad y dependencia, pues, se suele mirar el dedo de aquel que le señala el sol, porque la luz les quema los ojos. (¿O era la luna? Da igual, la luz es del sol)
El negocio farmacéutico y la mafia de la OMS (si, esa que te convenció de que hay una pandemia y debes tener miedo de tus semejantes y de tus manos) están ahí solo para dejarle seco querido lector, es decir, fungen como sistema de control para extraer todo recurso que usted querido lector pueda generar, a nivel tanto material y energético, porque si cree que solo se trata de una teoría conspirativa, ni se imagina quién o qué está detrás de estos negocios, no le alcanza la imaginación (equivalentemente a que tampoco le alcanzaría la imaginación para entender que tan importante es usted –querido lector para el universo)
Usted cae enfermo, asiste a su hospital más cercano o para el que le alcance, el tipo de bata blanca le dice que su enfermedad fue causada por un virus, le receta medicamentos, presuroso los compra y se los traga, como relojito cada tantas horas, le alivia sus síntomas y se queda con la idea de que “A que buen doctor me ha curado” y aquí se generan aquellos puntos que ya mencioné “pereza, victimización, irresponsabilidad y dependencia” pues, al repetirse la condición de enfermo a causa de la irresponsabilidad de sí mismo pues las enfermedades no son cuestión de suerte sino de RESPONSABILIDAD, se queda con la idea de que la causa es ajena a usted, y ya sea que regresa presuroso con el doctorcito que le atendió como demonio gruñón en el que se convierte por atender a otros mil irresponsables que le generan un sueldo pero eso no importa porque lo importante es que le va a curar, o sintiéndose muy chingon opta por saltarse ese paso y auto medicarse, total, ya sabe con qué se quitan sus síntomas, se traga dichas sustancias, siente nuevos síntomas pues su cuerpo no puede asimilar sustancias químicas como usted cree que lo hace y queda atrapado generando una dependencia a los medicamentos que sin darse cuenta se han convertido en el motor de su supuesta sanidad, porque cuidadito se le olvide tomarlos porque seguro su cuerpo colapsa.
Porque claro, ¿Quién tiene los huevos para aceptar que se enfermó por su propia culpa? Que es la serie de consecuencias desencadenadas por sus obvias decisiones y poca responsabilidad de su cuerpo.
Ah que conveniente virus y falsa pandemia, donde si me contagio de cualquier cosa no es mi culpa, es culpa del que no usa su ridículo bozal, o del que no “sanitiza” su espacio, o del que no mantiene distancia, yo me cuido y por su culpa me contagie y me voy a morir, por su culpa, pobrecito de mí, ojala aprendan su lección con mi muerte, porque yo estoy bien tranquilo OBEDECIENDO lo que el gobierno me dijo que hiciera, voy con mis desequilibrios emocionales, guerreando con todos, compitiendo, comiendo pura chatarra, bebiendo mil y un venenos azucarados, escuchando melodías de mierda con letras misóginas, lujuriosas, violentas y estupidez humana, viendo TV, comunicando todos mis vacíos, toda mi nada por las redes sociales desde mi baratija móvil, engulléndome en mil pomadas, mil ungüentos y mil alteraciones para mejorar mi cuerpo porque este que me dio el gran misterio y su esposa la naturaleza esta del nabo, y ya no podré aferrarme a mi saludable vida hasta que haya una vacuna, ya no podre porque alguien en algún lugar no usó su ridículo cubrebocas, cuando aprenderán estos inconscientes…
Continuamos…
Por otro lado en los pueblitos donde este negocio no ha expandido su red de mentiras, viven en humildad los famosos y perseguidos “curanderos” pero con ellos la historia es diferente, usted cae enfermo, al desconocer sus síntomas y remedio para los mismos, asiste al curandero (también les dicen chamanes, que solo trabajan para el bien común y en pro de la salud, asi que ya vaya desechando –querido lector cualquier otra idea absurda que tenga en su cabezota sobre este concepto, yo conozco a muchos y eso hacen, trabajan para el bien común, la sanidad común) que no se encuentra en ningún edificio blanco que apesta a muerte ni dentro de una oficina llena de diplomas que le dan aunque se haya hecho pendejo todo su ciclo escolar y libros que ni lee, no, usted llega (por rumores e indicaciones de la misma gente del pueblito) a su humilde casa donde lo encontrara trabajando, sin bata blanca pues no le interesa figurar ni seguir patrones, él lo atenderá, le brindara algún remedio, le invitara a que usted mismo se cure con recomendaciones, le mostrara la causa de sus padecimientos que radican en usted mismo, nada de bichitos que se le meten, la cooperación es voluntaria, a veces ni cobran, usted aprende, se vuelve responsable de su cuerpo, estará alerta de sus actos y emociones (las que realmente hacen que usted se enferme) descubre que la fuente de toda enfermedad en usted es usted mismo, si cae enfermo otra vez buscara el remedio casero que le compartió el curandero, se curará usted mismo, obtiene experiencia y compartirá lo aprendido.
La diferencia entre ambos casos es que uno es un negocio, el otro es mero servicio.
Y adivine –querido lector quienes son los perseguidos, los acusados de demonios, de brujos, de paganos, de males, de indios, menospreciados, discriminados, odiados…
Y quienes son a los que veneran, que les dan premios, diplomas, sueldos, riquezas, les dicen héroes, hazles caso, los buenos….. “Quédate en tu casa”
¿Ya entiende la función de la OMS? (organización mundial satánica) (organización mortífera de la salud)
Vaya Méxicanitos que ideas tan radicales tienen, a lo bueno le dicen malo y a lo malo le dicen bueno, a la luz llaman tinieblas y a las tinieblas luz.
El supuesto BUENO disque estudió y consiguió su puesto para sí mismo, el supuesto MALO no trabaja de doctor, solo sabe aliviar y te ayuda, el supuesto BUENO no te ayuda si no pagas, el supuesto MALO primero te ayuda y luego vemos, lo importante es tu salud, el supuesto BUENO trabaja para sus patrones, el supuesto MALO para su gente (y todos somos gente), el supuesto BUENO quiere llenar su cartera, el supuesto MALO quiere llenar el planeta de hombres y mujeres sanos, ni cartera tiene, ¿Ya entiende querido lector de qué lado está usted? ¿A quién le hace caso? ¿A quién adora?
¿Cómo se llega a esto?
Pues usted querido lector, ignora por completo lo maravilloso y formidable que es usted en su fisiología humana.
Acá sale a relucir una gran pregunta, usted querido lector (sobre todo lo ya dicho) ¿sabe sanarse o sabe sanar su cuerpo?
(Yo me pregunto, ¿entonces para que escuchan a zona ganjah)
¿Se ha puesto –querido lector- a analizar sus síntomas y buscar en el trasfondo la causa de ellos?
¿Escuchar el canto de su cuerpo al comunicarle –en forma de dolores- la falta de armonía que lleva dentro? ¿O en su lugar se paniquea (asusta) y corre al doctor? ¿O peor, interpreta sus síntomas y se auto-medica o mejor dicho se auto-droga?
Nunca es tarde para aprender, hoy por hoy puede encontrar información muy valiosa en las redes, es su cuerpo, experimente, descubra por sí mismo o por sí misma, no se arrepentirá.
Reiterando como pinche pajarraco latoso, las enfermedades, cualquiera que se le ocurra, desde una gripa, hepatitis, asma, cáncer etc… no son cuestión de suerte sino de responsabilidad, es duro aceptar nuestra participación en las consecuencias, pero es la verdad querido lector, y es una verdad maravillosa si se le ve del lado correcto, del lado del amor, porque muestra su gran poder creador que tiene, donde todas sus acciones regresan a usted en diversa polaridad para que pueda sentir y vislumbrar el resultado de las mismas, de sus decretos, actitudes, hábitos, costumbres, creencias y ¿Por qué no? De sus pensamientos, para así usted aprenda de si mismo y realice los cambios que deba para asegurar su bienestar y sobre todo su evolución, claro que es mucho más fácil culpar a todo lo demás, por eso cae como anillo al dedo esta estúpida y falsa pandemia que no llega ni a epidemia, es la razón por la cual la han aceptado y ya coronado como el fin de la especie humana, porque lo deslinda de cualquier responsabilidad y desde ya le comunica que pobrecitos humanos, se están muriendo por un virus, pero lo malo en esto es que creyendo que usted es ajeno a todo lo que le pasa o se atreve a culpar a alguien o hacerse la victima por su enfermedad y no solo eso, utiliza su condición de enfermo para engrandecer su ego mostrando su lenta muerte como símbolo de lucha y resistencia aferrándose a una vida que de vida nada tiene, no se da cuenta del menosprecio que tiene por usted mismo y sus acciones, su poder creativo y su voluntad, porque el cuerpo humano es la salud encarnada, la sanidad ya la trae adentro desde siempre y así de fácil es darse cuenta de cómo anda usted caminando cuando su cuerpo va cambiando la salud por síntomas y los síntomas en enfermedad, pero hay un origen y ese origen es usted mismo ¿pos quien más? Pero he aquí la presencia del sistema de control, pues así como usted va olvidando su divina condición humana y va creyendo en lo que el mismo sistema le dice debe creer, se vuelve usted querido lector en una marioneta, una pelotita de goma rebotando por todos lados sin un fin ni propósito, sucumbiendo al olvido, cayendo en dependencia y servilismo, adoptando religiones, ideales y creencias irreales, sin criterio, sin curiosidad por investigar, sin sentido común, y ahí va la humanidad, temerosa, tapando su principal fuente de energía, su principal combustible que es su respiración, si de por si difícilmente sabe la humanidad respirar correctamente, ahora va caminando en su cotidianidad con cualquier trapo pegado en la cara, respirando a través de un ridículo bozal repleto de estafilococos y anhídridos carbónicos creyendo que es por salud, su ignorancia es titánica.
TERCERA PARTE: LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN (EL IMPERIO DE LA MENTIRA)
No es nuevo esto de que en la TV solo hay basura, chatarra inservible y que es un medio sumamente controlado, aunque en apariencia figuren una batalla de televisoras, es solo para meter la idea de competencia en su cabezota –querido lector- y hacerle creer que usted elige el contenido, pero claro que para nada condeno el estiércol televisivo, porque más allá de la manipulación que implementan, las mentiras, la hipocresía, la violencia, la lujuria, la estupidez, el racismo, la intolerancia y desinformación vestida de cultura, no es más que un medio de entretenimiento, y como tal, cualquiera tiene la libertad de consumirlo a voluntad, ya sea para material de estudio, para evidenciar la decadencia humana o simplemente por ocio, como ya mencione, para entretenerse un rato, el gran problema es que han creído que se trata de un medio de información verídica o mejor dicho, de educación, y aquí entra el comportamiento compulsivo humano pues ¿Cuántas horas pasa consumiendo esta chatarra? Y ya de paso ¿de aquí proviene su principal fuente de información?
-“Es que lo dijeron en la TELE”
-“En las noticias dijeron esto”
-“Dijeron que el semáforo”
-“Y el semáforo”
- "Y 221MIL nuevos muertos de covi"
-“Y el semáforo”
- "Y 20MIL nuevos casos de covi"
-“Y el semáforo”
Ahora, ya sabemos que la comida chatarra en abundancia hace daño y hasta puede enfermar y ¡ojo! no porque le digan “comida” quiere decir que es alimento, el problema es que tanto lo dicen que ya se “normalizo” y ahora creen que es alimento cuando de alimento nada tiene, “chatarra” es, dígase productos procesados, basura enlatada, desechos embutidos etcétera… todo lo que venden sus tienditas de abarrotes, de autoservicio y sus queridos oxxo, pero algo interesante, ¿qué pasaría si no solo por la boca entra alimento? Pues, lo que escucha, ve, siente, experimenta y puede oler también funge como alimento, porque ha de saber –querido lector que la mente también se enferma, me atrevo a decir que es donde más mal estamos hablando de salud, o ¿me va a decir que un tipo que asesina a otro goza de buena salud mental? O un político que miente, roba, es alcohólico y vende su patria al extranjero ¿tiene una buena salud mental? O un padre o madre que ejerce violencia física sobre sus pequeños críos creyendo que asi los está educando en el bien ¿Tienen una buena salud mental? O partiendo de aquí mismo todo aquel que cree que la violencia es solución o el castigo justicia ¿buena salud mental? O que pasa si un grupo de disque pasivos pasajeros del transporte público golpean sin piedad a su semejante en condición de ladrón en el momento justo que la vida les pone a prueba que tan aptos para DAR son ¿gozan de salud mental? O peor, un grupo de personas que gozan y disfrutan de ver estos actos, observando desde su impotencia y morbo la violencia vestida de justicia y que de justicia nada tiene sino de acto criminal ¿tienen salud mental?
¿Qué tiene que ver con el contexto principal?
Pues es aquí donde radica la principal fuente de Educación, porque muy a pesar de que para nada debería serlo, si pretende serlo, a tal grado de que hoy por hoy incluso se transmite un canal “educativo” (o más de uno) supuestos programas estudiantiles para que su pobre hijo esté aún más pegado a dicho aparato y desde ya adopte la idea de que la TV es quien lo educara… lamentable ¿hasta dónde piensa llegar querido lector por ese miedo a una partícula invisible?
Si de por sí ya es deplorable que en un canal de programación dedicada a los infantes (y la verdad en cualquier canal) transmitan spots, publicidad y campaña política, vociferando odio, vociferando mentira, hipocresía y amenazas típicas de los gusanos mediocres, prostitutas que tras aceptar el dinero del mismo pueblo aceptan escupir odio a otro candidato en esa lucha por el poder, en ese circo ridículo de esa cámara de parásitos inútiles llamados senadores y diputados, representando únicamente a sus partiditos y fragmentaciones políticas y nunca a la totalidad de los habitantes, gobierno vergonzoso, gobierno estúpido que ningún país, ninguna nación necesita.
Es usted mismo querido lector, el que se condena, el que se pone la soga al cuello al creer en las mentiras de la TV y de sus mediocres redes sociales que ya se están convirtiendo en la otra TV, que poco a poco van implementando la filosofía Adolfo Hitler con propaganda vestida de moda, tendencia, “normalidad” que no es más que control, hasta acostumbrarlo a verla y la adopte como vida.
¿Quién diría que el rastrero regueton (y digo rastrero por su densa naturaleza energética de baja frecuencia) es ahora lo “Normal” de sonar en radio y TV cuando otrora fue tan criticado y condenado por los mismos que ahora lo aplauden? (si, no sé cómo se escribe regueton y ni me interesa saberlo)
He aquí la hipocresía de estos medios, disfrazando todo de cambio, moda, tendencia y vanguardia cuando la misma basura ha sido desde siempre, la misma red demoniaca que parasita el medio y las mentes débiles, luchando por la mentira, por la esclavitud mental, por la obediencia, por el miedo de las masas para asi mantener su vergonzosa comodidad, su zona VIP.
Otra vez, vamos de nuevo ¿Que tiene que ver?
Pasa que usted mismo -querido lector- es quien está creando todo este desorden, pues no hay tal estupidez como una pandemia, solo es el miedo a caer enfermos de una supuesta enfermedad causada por un supuesto virus que entra única y exclusivamente por nariz y boca, y ahí está querido lector devastando la economía, saturando hospitales con sugestión absoluta y ridícula paranoia colectiva, rechazando a los que se atreven a vivir la experiencia y no usan un ridículo cubre bocas y no solo eso, pidiendo represión contra ellos, castigo, coacción judicial, (sin saber lo hipócrita que es al predicar salud y querer hacer daño a un semejante) manteniendo estricta distancia con sus semejantes, creando divisiones, intolerancia, odio, precaución fatua, amargura, desconfianza etcétera, vive con miedo a salir a las calles, con miedo a respirar, con miedo a lo que toca, a lo que come etcétera, y lo peor de esto es que le han convencido de que todo lo hace por el bien de usted y de los demás.
Pero he aquí el rayo luz, ¿puede vislumbrar el poder que tiene para mover y cambiar el mundo querido lector? Porque realmente eso fue lo que pasó, La Elite vergonzosa y estúpida habló, hizo ruido y usted querido lector reaccionó a ello, y mire nada más el infierno que creamos.
Claro, se trata de su mundo interior realmente, pero es el interior el que se proyecta al exterior, ya sabe por dónde empezar querido lector, es un salto de fe, es experimentar la vida con la seguridad de que todo lo que le pase será para bien, para su entendimiento, para su aprendizaje o ¿solo porque ya está viejo o vieja ya no tiene nada que aprender? Claro que sí, hay mucho que aprender aun y nunca es tarde para comenzar de nuevo, para ello hay que desechar todos esos falsos valores venidos de esa educación caduca que viene arrastrando y que por ser la que recibió en su infancia y la única que conoce (pues de lo contrario se daría cuenta de que ha sido engañado querido lector) cree que es la correcta.
Ya está más que comprobado –a nivel histórico y al menos personal- que el sistema de “educación” que tiene México (si, centrémonos en mi México) es un fracaso, los frutos de dicho árbol están podridos, no sirven, hacen daño, crea criminales, moral falsa, crea separación, fue diseñado para crear control, y como choca con el natural y portentoso sentido de libertad que posee el humano, crea confusión, locura y un sinfín de desaciertos que suelen llamar “defectos” o malas conductas, creando un pinche desmadre social donde unos se creen más que otros a nivel “humano” se creen más evolucionados, más inteligentes, más fuertes, más bellos, mas espirituales, mas buenos, más hombres , más mujeres, mas brujas, mas cabronas, más femeninos, más amables, más sabios, más malvados, más crueles, más locos, mas iluminados y hasta más pendejos, basta mirar a tu alrededor y lo reconocerás, esa “educación” que nos hace creer que somos buenas personas, esa que se instala en la psique interpretando su entorno, y he aquí el problema, que teniendo este sistema como base o cimiento, queremos interpretar nuestra vida, y si, ya sé que lo repetí, era preciso hacerlo.
Esto es tan importante porque ese árbol educativo ya está podrido, y usted querido lector teniendo como cimiento esa información errónea (sumándole su nublado juicio afectado por la toxicidad de su cuerpo causada por la ingesta de comida chatarra y la bilis de sus berrinches) precisa de querer interpretar su vida y la de los demás, ya sea en su nueva educación, en su relación o matrimonio, en su carrera laboral y hasta en su camino espiritual.
La “Educación” no es más que información, los recuerdos, los ideales, las creencias, es información precisa, obtenida de nuestro entorno, reservada y aplicada, a veces favorable, en otras desfavorece y se requiere cambiarla, el problema es que en lugar de tomar esta información como herramienta, se adopta como verdad absoluta, y basta ver a los demás borreguitos balar en el mismo tono para unirse al desafinado coro de la esclavitud, porque quien cree ciegamente en esa “educación” no es más que un esclavo, flagelándose el alma creyendo que la vida se vive de una única forma.
Por supuesto que todo esto es solo una pequeña parte del problema, hay miles de cosas que atender, mas sin embargo este tema de la falsa pandemia es la que hoy hay que eliminar, pues hoy por hoy querido lector se está dejando llevar por la corriente de mentiras, paranoia e histeria colectiva de la muchedumbre y los mentirosos medios de comunicación, que cual estampida fatal lo conducen a usted –querido lector al borde del abismo, la propuesta es dejar de tener miedo, darle la espalda al miedo, a la inseguridad, a la preocupación, darle la bienvenida al amor, a la seguridad, a la bienaventuranza, a la vida.
Está farsa solo terminara al unirnos todos contra ella, poniendo en evidencia la verdad, siendo el ejemplo de ella, no el ejemplo de obediencia, sino el ejemplo de la vida, y es aquí donde se requiere de su poder de voluntad divina, de decisión, invocar la verdad, dar la vida por la verdad, dar la vida por la libertad, dar la vida por el amor.
Y si se pregunta querido lector: “¿Qué chingados tiene que ver el Amor aquí, si esto no es una telenovela?”
La respuesta es todo, pero ya hablaremos de esto.
Viene a mi mente el bien amado nazareno, el maestro Jesús, y me parece gracioso que los cristianos más acérrimos le temen a la vida cuando el ejemplo de ella podrían ser, o usted querido lector ¿se imagina al maestro Jesús atendiendo y sanando a leprosos con un ridículo cubre bocas?.
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